Breves

Echo de menos. A ti y a ti. A vosotros también, mucho. Pero sí que echo de menos a las calles. Echo de menos a la lluvia. Echo de menos al frío. Echo de menos a bajar por San Justo y tocar el timbre. Echo de menos a subir la cuesta. Echo de menos a los Jesuítas. Echo de menos a cruzar la Plaza Mayor veinte veces al día (hay que acumular veces). Echo de menos a llegar al 25 de la Meléndez y pasar por el escaparate de la tienda de trajes. Echo de menos a bajar por la Compañía y llegar a la Chupi. Echo de menos a los paseos en el río. Echo de menos a cruzar el puente romano. Echo de menos a los sofás azules y al balcón. Echo de menos a Pechuga. Echo de menos a las noches sin dormir y a las mañanas en la cama. Echo de menos a los besos en el espejo. Echo de menos al vino en la mesa, Martini en los vasos. Echo de menos a las cosas que nos hacían sonreír... Echo de menos a llamar António. Echo de menos a llamar Sophieeeeeeeeeeee. Echo de menos las cenas en Delicatessen. Y a los desayunos también. Echo de menos el color. Echo de menos el ruído. Echo de menos el brillo del sol. Echo de menos las cosas sencillas. Comprar el pan. Las hamburguesas en Leonardo a las cinco de la mañana. Los trajes para salir de fiesta. Las cenas a la una de la mañana. Las comidas a las seis horas de la tarde. Tomar el sol en el balcón. Salir de tapas. Las músicas. La música de la ciudad. La vida de la ciudad.

Sabeis lo que es Saudade?