Nuestra ultima noche. Nuestra... No era nuestra sino mía. A nadie más que a mi le importaba esa noche. Para los demás era una noche como otra qualquiera. Incluso para ti. Incluso tu la veías como una noche más de un día más que se había terminado. Y yo creía que esa noche no era el final sino el principio de todo. El principio del mundo, la creación del hombre, el comienzo de los siglos. Pero no lo era. Y esa noche fue el final de lo que no pasó. Fue el decir adiós para siempre. Fue... No sé qué fue, solo sé que esta noche, antes de acuestarme, pensaré una vez más en ti. Y sé que mañana, cuando me despertar, volveré a pensar en ti. Y por la tarde, cuando vuelva a casa del trabajo, pensaré en el cuanto quería estar contigo una otra vez. Nada más que eso.